El pasado 24 de agosto vio la luz la última película de Julio Medem, Caótica Ana. El día siguiente a su anhelado estreno tuve la oportunidad de ver el filme, y dos horas después de abandonar la sala comprendí que la nueva obra del controvertido director no sólo había satisfecho mis expectativas, sino que había logrado conciliarme (una vez más) con su modo de entender el séptimo arte.
Caótica Ana se plantea como el gran viaje de una joven artista que experimenta en su ser sensaciones de toda una saga de mujeres que la precedieron en su existencia terrenal y cuyas trágicas muertes pertuban a la protagonista. La hipnosis es el medio por el que gran parte de esos recuerdos serán desentrañados en una búsqueda desesperada de ordenar su caos espiritual.
La película es un homenaje del director a su hermana Ana, que perdió la vida en un accidente de tráfico el pasado año mientras se dirigía a la inauguración de una exposición de sus cuadros, que aparecen en el filme y forman parte del relato, pues las puertas cerradas de sus composiciones manifiestan los abismos en los que la protagonista ha de sumergirse.
Una historia metafórica en la que se dan cita el simbolismo y la casualidad, como ya lo hicieran en Los amantes del Círculo Polar o en Lucía y el sexo. Un laberinto inverosímil que sí tiene sentido.
Distintos escenarios y una preciosa fotografía forman parte de otra verdadera apuesta del cineasta vasco, a quien , previsiblemente, le lloverán unos cuantos improperios de los detractores de su modus operandi. Lo reconfortante del caso es que sus obras no dejan al espectador indiferente, y eso, en el mundo del celuloide y más concretamente en el panorama español, tiene "su aquel".
Por último, a los que lo tachan de pretencioso o recurren al resabido "gafapasta" para expresar su vacío expresivo (¡y/o perceptivo!), les espetaría (sin ánimo, claro está, de intentar que les guste esta u otra película) que ya sea sólo por poseer un estilo propio, por su capacidad creativa o por el hecho de tomar la determinación de arriesgar frente a la amalgama de obras insípidas y de nulo contenido artístico que nos invaden, tengan en cuenta a J. Medem.
viendo: La pelota vasca xD
Caótica Ana se plantea como el gran viaje de una joven artista que experimenta en su ser sensaciones de toda una saga de mujeres que la precedieron en su existencia terrenal y cuyas trágicas muertes pertuban a la protagonista. La hipnosis es el medio por el que gran parte de esos recuerdos serán desentrañados en una búsqueda desesperada de ordenar su caos espiritual.
La película es un homenaje del director a su hermana Ana, que perdió la vida en un accidente de tráfico el pasado año mientras se dirigía a la inauguración de una exposición de sus cuadros, que aparecen en el filme y forman parte del relato, pues las puertas cerradas de sus composiciones manifiestan los abismos en los que la protagonista ha de sumergirse.
Una historia metafórica en la que se dan cita el simbolismo y la casualidad, como ya lo hicieran en Los amantes del Círculo Polar o en Lucía y el sexo. Un laberinto inverosímil que sí tiene sentido.
Distintos escenarios y una preciosa fotografía forman parte de otra verdadera apuesta del cineasta vasco, a quien , previsiblemente, le lloverán unos cuantos improperios de los detractores de su modus operandi. Lo reconfortante del caso es que sus obras no dejan al espectador indiferente, y eso, en el mundo del celuloide y más concretamente en el panorama español, tiene "su aquel".
Por último, a los que lo tachan de pretencioso o recurren al resabido "gafapasta" para expresar su vacío expresivo (¡y/o perceptivo!), les espetaría (sin ánimo, claro está, de intentar que les guste esta u otra película) que ya sea sólo por poseer un estilo propio, por su capacidad creativa o por el hecho de tomar la determinación de arriesgar frente a la amalgama de obras insípidas y de nulo contenido artístico que nos invaden, tengan en cuenta a J. Medem.
viendo: La pelota vasca xD
